Recientemente, se ha cometido una grave arbitrariedad en el doctorado en Economía de nuestra facultad. En septiembre pasado, la conducción de esa carrera –que se denomina Comisión de Doctorado en Economía- introdujo, en forma imprevista, una sustancial modificación al sistema de exámenes de admisión. Además de la prueba ya anunciada meses atrás sobre Matemática, Estadística y Econometría, resolvió agregar una adicional, sobre Microeconomía, Macroeconomía y Desarrollo Económico. Esta exigencia ulterior, establecida en forma intempestiva y a pocas semanas del examen que tendrá lugar este mes de noviembre, rige también para los aspirantes que se inscribieron en el mes de marzo pasado. La citada Comisión de Doctorado está integrada por los docentes J. Olivera, J. Fanelli, D. Heymann, S. Keifman y A. López. Su decisión de agregar ese examen adicional constituye un hecho arbitrario por dos razones concretas. En primer lugar, lesiona en forma directa los intereses de quienes se inscribieron en marzo de 2008, en base a las condiciones de ingreso que regían en aquel momento. Ahora esos aspirantes, muchos de ellos docentes de la Facultad, reciben, en forma sorpresiva la novedad que se les va a tomar una prueba adicional. AGD-Económicas considera que esta decisión de la Comisión de Doctorado no tiene validez y debe ser anulada de inmediato. Por lo demás, salta a la vista su fondo limitacionista, puesto que se quiere imponer ese requisito adicional en una carrera que no tiene, hasta el momento, arancelamiento.
En segundo lugar, esa prueba sobre Microeconomía, Macroeconomía y Desarrollo Económico tendrá el carácter de un examen sobre una única forma de analizar los procesos económicos. En otros términos, esa Comisión acaba de decidir que los aspirantes al doctorado deben rendir una prueba de suficiencia sobre una línea de pensamiento que puede no tener que ver con el proyecto de Tesis que poseen. AGD-Económicas ya ha denunciado que también en los concursos para ocupar cargos regulares las pruebas de oposición se realizan en base a contenidos exclusivamente neoclásicos, lo cual atenta contra el pluralismo que debería asegurar la universidad pública.
Demás está decir, que la referida alteración fue introducida por la Comisión sin que mediara ninguna consulta entre los docentes y los estudiantes de Económicas. Este tipo de proceder pone de manifiesto que el derecho democrático que tienen los docentes y estudiantes para debatir estos problemas académicos del postgrado es algo desconocido por la Comisión, que actúa en forma discrecional. En tal sentido, reclamamos que, además del levantamiento de esa medida arbitraria, se abra una discusión pública sobre el plan de estudio del doctorado, sobre los contenidos de la enseñanza y sobre el régimen de admisión.
AGD-ECONOMICAS.