En un mail público dado a conocer días atrás, el docente Diego Krauthamer formuló algunas consideraciones críticas sobre el funcionamiento del Departamento de Sistemas de la Información. Entre otras cosas, objetó el carácter cerrado con que se organizó el congreso académico a realizarse el próximo 4 de noviembre en nuestra facultad, por cuanto no daba la posibilidad de participar a los auxiliares que no contaran con la designación oficial. La mencionada objeción se funda, entre otras cosas, en la considerable duración de los trámites de designación y en las limitaciones cuantitativas recientemente impuestas que afectan a todos los departamentos de la Facultad. Asimismo, ese mail señala la oportunidad que ofrece un congreso de ese tipo para estimular la participación de docentes jóvenes, aunque no se encuentren designados. En la opinión de Krauthamer, esta restricción funciona como una discriminación objetiva contra los docentes más jóvenes y es una medida que podría haber sido discutida si el Departamento pusiera en consideración, de forma democrática, diversos aspectos elementales de su quehacer académico.
Esta crítica fue respondida por el Director Carlos Waldbott a través de dos comunicados sucesivos, uno informal y el otro de carácter público. Omitimos considerar el primero, aunque rechazamos, en forma categórica, los calificativos improcedentes que vierte Waldbott en ese comunicado contra el docente Diego Krauthamer. Dado el carácter oficial del segundo texto, nos centraremos en este último.
En este comunicado, el Director del Departamento acusa a Diego Krauthamer de haber incurrido en la falsa imputación de un delito al haber hecho referencia a un acto de discriminación cuando se refería a la exclusión de dicho congreso de los docentes no designados. La afirmación de Waldbott es falsa y carece de todo fundamento. AGD-ECONÓMICAS coincide con la apreciación crítica formulada por el docente y, además, pone en conocimiento del Director su confusión: la palabra discriminación alude a que el Departamento excluyó de la actividad académica a los docentes no designados. No existe una acusación sobre un presunto delito sino una fundada crítica sobre la organización de ese evento.
Por otra parte, la opinión de Krauthamer de que no hay un funcionamiento democrático en el Departamento de Sistemas es algo que cualquier docente –y, en particular, nuestro gremio AGD-UBA- sostiene sobre el orden institucional establecido en nuestra Facultad para todos sus Departamentos. Entre otras cosas, a diferencia de muchas facultades de nuestra universidad, como Exactas, Sociales y Filosofía, las autoridades de los Departamentos en Económicas no son electos por docentes y estudiantes, sino que son designados por el decano. Esto contrasta en forma directa con la elección que sí existe para los integrantes del Consejo Directivo y Superior. En otros términos, los docentes están obligados jurídicamente a elegir las autoridades políticas de la universidad, pero no tienen injerencia en la elección de las autoridades de Departamento, que es el ámbito en el cual se discute, en forma cotidiana, sus tareas específicas.
AGD considera antidemocrático este tipo de funcionamiento y es algo que hemos expresado continuamente en nuestros documentos y en nuestras asambleas y que creemos que debe ser modificado.
AGD-ECONÓMICAS, el gremio de los docentes de actuario, administración, contador público, economía y sistemas de información, rechaza los términos de la carta abierta dada a conocer por el Director, reivindica el derecho de cada docente de expresarse en forma crítica sin que eso merezca presiones ni limitaciones y se solidariza plenamente con los dichos y el reclamo de Diego Krauthamer.
AGD-ECONÓMICAS
Buenos Aires, 21 de octubre de 2010
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