El 30 de septiembre, a través de un escueto comunicado, la Facultad anunció que la salida de Nicolás Salvatore del Departamento de Economía se había consumado mediante una licencia, solicitada por él mismo y aceptada por el Consejo Directivo. Hizo saber además que por orden del Decano se le ha abierto un sumario para “deslindar responsabilidades”. El Decano Barbieri, por su parte, declaró el mismo día ante el diario Página/12: “Esto no tiene que ver con la política. Si existió lo que se denuncia, se trata de discriminación. No es un tema más para mí. Es un tema de género. Y realmente me preocupa. Si hizo esos comentarios no puede ser profesor de la UBA”.
Sin embargo, en los días sucesivos, las agresiones no cesaron sino que recrudecieron. A partir de su pedido de licencia Salvatore siguió injuriando y amenazando a docentes. Pareciera que al aceptarle en lugar de solicitarle la licencia, al abrirle un sumario en lugar de actuar expeditivamente, las autoridades responsables no hicieron otra cosa que dar un paso al costado para eludir sus obligaciones. Parecen creer que al dejar voluntariamente de ser una autoridad, deja de ser un problema de la Institución, cuando en realidad fue ésta la que puso en el lugar de poder en el que se encontraba. Lo cierto es que tanto el Departamento como la Facultad conocían perfecta y fehacientemente las actividades que desde hace meses Salvatore desarrollaba desde su posición, sin actuar a tiempo.
Exigimos que la Facultad repudie sus dichos y sus actos y que tome las medidas que correspondan de inmediato, haciéndose cargo así de la responsabilidad de haberlo puesto en funciones y de haberlo sostenido allí pese a sus actitudes. Muchas autoridades reciben copias de los correos agraviantes que envía sin descanso. No hacen falta más pruebas, declaraciones, ni largos procesos sumariales. Responsabilizamos a la Facultad por lo que ocurrió y lo que pueda ocurrir debido a su recurrente inacción.
La situación del Departamento de Economía.
Con la salida de Salvatore quedó vacante el cargo de Secretario del Departamento de Economía, que debe ser cubierto. Ello puede ser hecho de dos maneras. Una de ellas es que el Decano designe por su cuenta al sucesor. De hacerse esto, se volverá a recorrer el camino que condujo al período más escandaloso de la historia reciente del Departamento, con declaraciones cruzadas de sus autoridades, falta total de transparencia y un Secretario lanzado a una campaña sistemática de injuria contra docentes y estudiantes. Este temor no es infundado, dadas las actuales presiones y pujas de varias fundaciones de carácter privado -Salvatore pertenecía a una de ellas- para hacerse un lugar en el manejo del Departamento, aprovechando la vacante.
La alternativa es que se convoque urgentemente a elecciones para elegir al nuevo Secretario. Nada más transparente y democrático que el voto de profesores y estudiantes para hacerlo. Más aún: dentro de este espíritu, corresponde que toda la conducción del Departamento sea convalidada a través de elecciones democráticas. Concretamente, la elección que reclamaos es el primer paso para instrumentar una Junta de Departamento de Economía con representación de docentes y estudiantes elegida democráticamente.
Esto es sólo un primer paso para la democratización de las Carreras de nuestra Facultad, que hoy son dirigidas "a dedo" por el Decano (con los problemas de representatividad que tienen los votantes de cada claustro y que a ninguna autoridad interesa solucionar). Es crucial que se instauren Juntas de Carrera, que puedan tener una visión global de la enseñanza en cada una las carreras de la Facultad, elegidas democráticamente por todos los docentes y estudiantes que formamos parte de ellas.
En varias facultades de la UBA este es el procedimiento normal para designar a las autoridades de Departamentos y Carreras. El razonamiento que sustenta esta norma es extremadamente simple. Si los docentes y estudiantes tienen el deber de elegir a las máximas autoridades de la UBA, esto es, al Consejo Superior y al Rector, ¿por qué no pueden hacer lo mismo con los cuerpos colegiados que rigen sus carreras, sus planes de estudios, y la organización de sus materias? ¿Cuál es la razón por la cual en la Facultad de Ciencias Económicas, docentes y estudiantes eligen a sus autoridades políticas pero no a las autoridades académicas – que deciden todo lo relacionado a su labor cotidiana en las aulas? No existe ningún argumento que niegue la conveniencia ni la legitimidad del mecanismo eleccionario. En realidad, no acudir al voto no sólo es un procedimiento antidemocrático sino que puede generar situaciones explosivas como las que atravesó el Departamento de Economía durante la gestión de Nicolás Salvatore.
AGD-ECONÓMICAS reclama la inmediata normalización del Departamento de Economía a través de elecciones directas por docentes y estudiantes. Estamos seguros que de una elección con estas características saldrán electos los docentes más capacitados para desempeñarse en esa función, abriéndose una nueva etapa de trabajo, desarrollo académico, trato respetuoso y pluralidad. Será también el punto de partida para que los restantes Departamentos de la Facultad sigan este camino de mayor democracia.
AGD-ECONÓMICAS
Viernes 1 de octubre de 2010
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